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Consejos para evitar las intoxicaciones alimentarias en verano

Según la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición, los meses de verano constituyen una época especialmente crítica para las intoxicaciones alimentarias. Así se definen las patologías producidas por la ingestión de alimentos contaminados con agentes biológicos (bacterias, virus, hongos...) o sus toxinas.

Las principales causas del aumento de estas enfermedades en época estival son las altas temperaturas, que favorecen el crecimiento microbiano, o comer fuera de casa. Para evitarlo, los expertos recomiendan seguir las Reglas de Oro para la preparación higiénica de los alimentos indicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS):

• Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente. Se recomienda no consumir leche cruda a la población general y se obliga al uso de ovoproductos en la elaboración de mayonesas, salsas, cremas, etc. en los establecimientos de restauración.

• Cocinar correctamente los alimentos: la temperatura a la que debe someterse el alimento debe ser suficiente para que alcance un mínimo de 70º C en el centro del producto.

• Consumir los alimentos inmediatamente después de ser cocinados y no dejar nunca los alimentos cocinados a temperatura ambiente para evitar la proliferación de los gérmenes.

• Si va a consumir pescado crudo o poco cocinado (preparaciones culinarias como los boquerones en vinagre) en casa, se debe congelar previamente durante varios días.

• En el refrigerador, evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados, ya que el alimento cocinado puede volver a contaminarse por contacto con los alimentos crudos o con objetos que anteriormente hayan contactado un alimento crudo (cuchillos, tablas, superficies, trapos, etc.).

• La persona que manipule alimentos, es imprescindible que tenga las manos siempre limpias, que las lave cada vez que haga falta y siempre que haga uso del servicio. Es muy importante hacer la limpieza de la cocina diariamente, como mínimo.

• Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía que pueden ser portadores de gérmenes patógenos y parásitos que originan enfermedades de transmisión alimentaria.

• Utilizar exclusivamente agua potable para beber y para preparar los alimentos. Debe tener exclusivamente estos dos orígenes: aguas envasadas o aguas de la red pública de distribución en la población.

• No consumir alimentos perecederos que estén expuesto a temperatura ambiente. En bares, cafeterías, restaurantes, etc., todos los alimentos deben estar protegidos por vitrinas y conservados en condiciones sanitarias adecuadas.

Siguiendo estas recomendaciones de la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición y de la OMS, podremos evitar las intoxicaciones alimentarias en verano. Y disfrutar al máximo de las vacaciones.

Artículo de formación de Mª Esther Marcos Llanes

Directora de Nutrición y Seguridad Alimentaria de Logic Alimentaria